miércoles, 9 de enero de 2013

La momia de Prim.

En realidad y según las investigaciones del criminólogo Francisco Pérez Abellán, Prim no murió como consecuencia del atentado de la calle del Turco, sino que fue posteriormente estrangulado por personas de su confianza en el palacio de Buenavista , donde residía y que era la sede del ministro de la Guerra; ahora es el cuartel general del Ejército, en Cibeles, Madrid. Abellán sospecha que pudo ser el regente ( el Jefe del Estado en funciones) general Serrano. Los mismo que había participado en el atentado del 27 de diciembre decidieron acabar con su vida al comprobar que no estaba herido en ninguna parte vital. Las fotos de la momia evidencian en el cuello lesiones externas causadas por un proceso de estrangulamiento. En la parte de la nuca y cuello, se aprecian claramente grandes surcos profundos que prueban que la muerte de Prim fue por asfixia debido a una estrangulación con un lazo, cinto o banda de cuero. 

Prim pretendió cambiar  de un plumazo la dinastía borbónica por la de los Saboya. El problema iba a ser que  un príncipe italiano, sin el apoyo de  los nobles españoles no tendría viabilidad con un Prim muerto y los organizadores del magnicidio lo sabían. Eran muchos los que querían matar a Prim, y el atentado fue celebrado por casi toda la clase política. Prim tenía a todos en contra: carlistas, isabelinos, republicanos, alfonsinos, unionistas, montpensieristas, a los demócratas moderados y exaltados e incluso a los masones.  

¿Quién movió la mano de los terroristas ?
  • El Duque de Montpensier financió la operación. El duque había sido uno de los candidatos a ocupar la corona española, pero al haber matado a una persona en un duelo , Prim pensó que esto le descalificaba para la nominación de ser Rey de España, lo que le hizo pensar al duque que tenía que vengarse de Prim. Del duque se sospecha en el sumario de la investigación que pagó a los terroristas del atentado de la calle del Turco y logró indirectamente sus objetivos.
  • Francisco Serrano, debió organizar el complot a nivel político. Serrano era el regente (jefe del Estado en funciones), celoso su rival, Prim, puso  a disposición de los criminales a su  jefe de escolta, José María Pastor. Pastor se encargaría de manipular la situación desde el interior del Palacio de Buenavista, mientras Prim  agonizaba. "El general Bonito” volvía hacer gala de su realismo y traicionaba a quien había sido su aliado días antes, igual que hizo con quien fue su amante, la reina Isabel II. Posiblemente el mismo pudo ser el asesino que estranguló en la cama a Prim. En la revista satírica La Flaca, hay un dibujo muy explícito, en la que el espectro de Prim acusa a Serrano
  • Paúl y Angulo,  fue la mano republicana que tiró del gatillo. Los republicanos estaban decididos a terminar con la vida de Prim. Los que un día le apoyaron activamente para terminar con Isabel II, ahora se sentía traicionados.  Su enfado fue mayúsculo, cuando elegido  diputado en las Cortes Constituyentes  tuvo que asistir a la aprobación de la Constitución Monárquica de 1869 y aquello le lanzó definitivamente a la acción terrorista. Participó  directamente en el atentado y posteriormente se exilió en Francia, donde murió  en 1892.
  • La masonería también aparece en el sumario. Prim fue masón, y en la noche  del 27 de diciembre de 1870 debería haber asistido a la cena celebraba en su logia , con motivo del solsticio de invierno. Benito Pérez Galdós, en sus Episodios Nacionales implica a masones en el complot, entendiendo que el atentado fue una acción de masones contra masones.